EL ESPÍRITU SANTO EN NUESTRAS VIDAS

Hermanos en Cristo Jesús, reciban la bendición eterna de su amado Padre Celestial, día esplendido para que hablemos sobre quien es el espíritu santo en nuestras vidas, pero empecemos diciendo que el espíritu santo es una persona divina. Tiene las mismas características personales del Padre y del Hijo, es una persona real que vino a morar en los verdaderos hijos de Cristo, es quien lleva al pecador, libremente, a los pies de Jesucristo . Es la tercera persona de la trinidad, nos revela las cosas ocultas que tiene Dios para nosotros. Sin la guía y la unción del espíritu santo no hay la gran comisión. El espíritu santo es el medio para purificarte, consolarte, vivificarte y entrega dones a los que reciben a Jesucristo como su rey y salvador. (Hebreos 9:14, Génesis 1:2, salmos 104:30).

El espíritu santo es ese maestro que nos enseña todo, nos recuerda todo lo que nuestro señor Jesucristo nos ha dicho en su palabra, es ese espíritu de verdad, es nuestro consolador. Siempre que Dios nos habla, lo que quiere es que comprendamos, la verdad, que entendamos que nos quiere decir. Al tener al espíritu santo morando en nosotros, nos permite tener una relación personal con nuestro amado Padre Eterno. Dios nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo. (Tito 3:5, Juan 14:16).

porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.

Dios quiere que conozcamos la verdad acerca de él, es por eso que debemos meditar en su majestuosidad, santidad, poder, amor, gracia y gozo.(Filipenses 3:10). Quiere que aprendas la verdad acerca de ti mismo, que conozcas el propósito que tiene con cada uno de nosotros aquí en la tierra, ten presente que somos uno con Cristo Jesús, todos esos privilegios divinos los llegamos a tener nosotros (sabiduría, justicia, santificación), recuerda nuestros nombres están escrito en el libro de la vida. Dios quiere que veamos a nuestros prójimos como instrumentos escogidos por él, por eso debemos escudriñar la palabra porque cuando empiezas a conocer quien es Dios, empezamos a tener entendimiento de quienes somos y de los demás. (Mateo 28:18-20).

Cuando nacemos de nuevo al llegar a los pies de Cristo Jesús, el espíritu santo nos forja el carácter, siembra en nosotros el fruto del espíritu de Dios: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; todas estas cualidades divinas que le son atribuidos al Padre y al Hijo, son atribuidos al espíritu santo. Dios habita en nosotros a través de su espíritu. (Galatas 5:22, Juan 3:3-21). El espíritu santo tiene intelecto, emoción y voluntad propia. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. El espíritu santo es testigo de Jesús, nos habla a nuestros corazones la verdad de nuestro rey y salvador. (1 corintios 2:11, Juan 15:26).

El espíritu santo vive dentro de quienes creen en Jesucristo para reflejar el carácter de Dios en la vida de un creyente. Dios nos pide que dependamos de él y ser llenos de su espíritu. Nos da fuerza a los cristianos para cumplir sus designios, misiones ministeriales que ayudan al crecimiento espiritual.

Oremos: Gracias Dios de amor, porque cada día haces nuestras cargas menos pesadas, hoy me rindo ante tí, reconociendo que solo tu puedes cambiar nuestras tristezas en alegrías, te alabo y bendigo, ayúdanos para que cada día amemos tus mandamientos, para poder ser llenos de tu espíritu. Ven espíritu santo de Dios, se tu mi maestro, dame discernimiento, entendimiento para vivir una vida en el espíritu y no en la carne, librame del pecado, rompe toca iniquidad de mi vida.

Querido hermano en este día recibirás un milagro de parte de Jehová, siente como es él quien te arrulla en sus brazos y te dice hijo mio no temas, porque yo estoy contigo, soy tu Dios quien te fortalece, hasta hoy llegaron tus problemas, hasta hoy llego tu enfermedad, en este momento Dios te entrega la victoria querido hermano, yo no se cuales sean tus preocupaciones, aflicciones, pero Dios te esta levantando, anda levanta tus manos en el nombre del señor Jesucristo y dile: Dios en ti confió, dame fuerzas para seguir adelante, para ser mas como tú, lléname de tu espíritu santo oh Dios, renueva mis energías como las del águila, dame la fuerza del búfalo, ungeme espíritu santo, sana mi cuerpo, derriba todo plan del enemigo que quiera afectar mi vida, la de mis familiares y amigos. Padre amado se tu caminando conmigo, purificame con tu sangre preciosa, te lo pido en el nombre de tu hijo amado Cristo Jesús. Amén.