Hermanos, reciban un saludo cordial en Cristo Jesús, que el favor de nuestro amado Padre este sobre cada uno de ustedes. He querido hacer esta enseñanza para que aprendamos a conocer cuan grande, maravilloso es el hijo de Dios, ese Rey de Reyes, Señor de Señores el cual murió en una cruz por ti y por mí por el perdón de nuestros pecados. La Biblia afirma lo siguiente:
Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. (Hechos 4:12)
Dios nos habla a través de su palabra, nos enseña que no hay otro nombre bajo el cielo con el que podamos ser salvos y obtener la vida eterna. Nadie llega al Padre sino es a través de su Hijo amado. Porque Jesucristo tiene toda la autoridad, poder, no hay ente que resista al poder de nuestro Salvador y Creador. Estamos viviendo tiempos difíciles en donde la sociedad no respeta, no valora la vida, los jóvenes se matan entre sí, hijos se levantan contra sus padres y viceversa, hay miles de hogares acabados por la falta de tolerancia, nuevas enfermedades aparecen cobrando muchas vidas, se escuchan rumores de guerras, el vandalismos en algunas ciudades generan temor en la sociedad pero aún así la humanidad no reconoce que sin Dios no somos nada que sin el Hijo quien derramó su sangre preciosa por nosotros no podremos lograr esa tranquilidad y paz que tanto deseamos.
Aun Dios exaltó a su Hijo hasta lo sumo, le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. (Filipenses 2:9-11). Hermanos te tengo una excelente noticia para que la guardes en tu mente y corazón, Jesús de Nazaret esta reinando tanto en los cielos como en la tierra, muchos hombres han muerto pero la tumba de Cristo Jesús está vacía, porque murió en una cruz por el perdón de los pecados de este mundo, se llevó nuestras enfermedades y nos dio la gracia de poder tener vida eterna. Su poder transciende sobre todo ámbito de la existencia humana, en todos los fenómenos de la atmósfera, universo, no tengas miedo porque cambiará tus tristezas por alegría, toda enfermedad quedará nula por causa de su nombre, porque es el alfa y el omega, toda rodilla se doblará para alabarlo y adorarlo. Recuerda que Jehová sabe los pensamientos que tiene acerca de nosotros, son pensamientos de paz, no de mal para llevarnos a ese fin que esperamos todos. (Jeremías 29:11). Nadie puede detener el nombre poderoso de Cristo Jesús, solo créelo, que tus pensamientos sean siempre para meditar en su palabra porque Él reina con autoridad en las vidas de aquel que le permite que tome el control de sus días.
Hermanos aprendamos a sujetarnos a Dios, a humillarnos ante Él, permite que inunde todo tu ser, invoca su nombre, busca su rostro a través de la oración de día y de noche, cambia tus malos caminos, acciones y veras que Jehová escuchará tus peticiones y perdonará nuestros pecados y sanará la tierra. (2 Crónicas 7:14). La vida se obtiene creyendo que Jesucristo es real, resucitando con Él, buscando el reino de Dios y su justicia, porque Cristo Jesús esta sentado a la diestra de Dios, no pongas tus ojos en las cosas de la tierra sino en las de arriba, nuestra esperanza debe estar siempre sujetada a Jesús de Nazaret.
Oremos: Gracias Padre Celestial, porque entregaste a tu único Hijo por nosotros, te reconocemos como nuestro Rey y Salvador, enséñanos a ser imitadores de tu palabra, a quejarnos menos y orar mas, a buscar tu rostro, ocupa tu el primer lugar en nuestras vidas Dios, ayúdame a que diariamente coloquemos nuestra mirada en las cosas de arriba y no en las cosas de la tierra, muchas personas te han sacado de sus vidas, pero hoy te pido en el nombre de Cristo Jesús que anules todo plan del enemigo que quiera afectar a Colombia, a las Naciones. Declaro que la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento esta sobre ti y sobre mí, que ningún arma forjada prosperará, que ningún espíritu de oscuridad podrá derribar los muros de avivamiento que se ha construido a través de la oración. Declaro que toda enfermedad queda nula, que aquel que esta enfermo recupera su salud, que la única sangre que se derramara en Colombia y en el mundo será la de nuestro Señor Jesucristo, porque desde este momento restaura, sana y nos libera de todo mal, que cada ser humano se vuelve al único y verdadero Dios, creador del cielo y de la tierra, Cristo Jesús. Amen.
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