Amado padre de justicia y verdad, venimos ante ti porque creemos en nuestro corazón, que tu sanas de toda enfermedad y toda dolencia. Si padre tenemos fé en tu palabra y tomamos las promesas que tienes para sanarnos. Tu palabra dice que Jesús cargo con toda enfermedad y todos los malestares, llevo consigo todas nuestras tristezas, dolencias, por lo que en este momento recibo el regalo de sanación a través de su sacrificio sanador y por eso te damos gloria oh Dios.
Jehová te doy gracias con toda reverencia y toda alabanza, gracias porque sabemos que tu nos estas sanando, nos proteges y pones tu bondad sobre nuestras vidas. Gracias padre por traer salud y sanación total en nuestras vidas. Creemos en nuestro corazón, que tu palabra no regresara vacía porque escrito esta: Todo lo que pidas en el nombre del señor Jesucristo se hará. Señor Jesucristo con amor y compasión te ruego que alivies los sufrimientos de este hijo tuyo que presenta quebrantos de salud, con tu poder curativo, con el toque de tu mano cicatriza sus heridas, mejora su estado anímico, renueva todas sus células enfermas. Sana por favor su cuerpo y sobre todo cura su alma. Dadle la paz y serenidad. Tenemos la seguridad de tu presencia entre nosotros y te agradecemos tu ayuda.
Ven espíritu santo, penetra en todo mi cuerpo, te doy gracias por el don de la vida, por cada uno de los órganos de mi cuerpo, que es una obra del amor divino. Ven espíritu santo acaricia con tu amor este cuerpo cansado y afligido, derrama en el calma. Penetra con tu soplo en cada parte débil o enferma de mi cuerpo. Restaura, sana, libera cada uno de mis órganos. Pasa por mi sangre, por mi piel, por mis huesos, ven espíritu santo, saname en el nombre del señor Jesucristo. Señor Jesucristo, tu eres mi medico del alma y del cuerpo, en este momento te pido por la salud de cada hijo tuyo que esta escuchando esta oración, quien padece dolencias en su cuerpo, alivia sus dolores, fortalece su espíritu con tu paz, serena sus angustias, infunde en su corazón la unción de tu espíritu para que aun en medio del dolor se sienta fortalecido. Pasa tu mano sanadora por su cuerpo y devuelvele la salud, nos aferramos a tus promesas de sanidad en donde nos dices: He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad. Padre te lo pido en el nombre de tu hijo amado que reina por los siglos de los siglos. Amen.
Dios te dice hoy: Querido hijo(a) vas a estar bien, te declaro sano, solo levántate en fé, empieza a clamarme y yo te responderé, confía en mi y déjame batallar con tu enfermedad. Descansa en mi promesa porque yo nunca fallo. Te daré la victoria. Créelo en tu mente y en tu corazón. Te amo hijo(a) nunca te abandonaré.
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