Amados hijos de Dios reciban la bendición del Creador de los cielos y la tierra, te invito a que busques a Dios en tu presente y Él estará contigo en las dificultades. Escrito está en el libro sagrado de Jehová, La Biblia, así: Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: "No tengo en ellos contentamiento; 2 antes que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes tras la lluvia; 3 cuando temblarán los guardas de la casa, y se encorvarán los hombres fuertes, y cesarán las muelas porque han disminuido, y se oscurecerán los que miran por las ventanas". (Eclesiastés 12;1-3).
Llevar una vida en Cristo Jesús no significa restricciones, por eso algunos se alejan y nunca toman la decisión de servirle al que Vive y Reina, porque creen que ya no podrán hacer muchas de las cosas que hacían antes de conocer a Jesús. Es ahora en tu juventud que debes preocuparte por conocer aquel que es fuente de vida eterna, aquel que te da paz, amor y esperanza a tu vida. Jesucristo te prepara para los momentos difíciles, basta con su presencia para que su luz llene todo cuanto existe de su gloria. Con mi boca lo digo a boca llena: ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti Señor? y fuera de Ti nada deseo en la tierra. Dios debe ser la roca de nuestro corazón, Él es suficiente; suplirá tus necesidades, ábrele las puertas de tu corazón porque quiere ser tu confidente más íntimo.
La humildad es condición indispensable para aprender cosas nuevas y superarnos cada día, al pensar así, nos aleja de la soberbia, de la vanidad porque no es una buena condición personal creernos los dueños del mundo. Recuerda: Dios siempre te lleva de la mano, nunca se apartará de ti. Analicemos lo que escrito está en la palabra: "Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro. 2 Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo”. (Filipenses 3:1-2).
Pablo nos dice: solo en Cristo podemos experimentar verdaderamente unidad, gozo y gracia. Hermano, el que olvida la historia tiende a repetirla, esto lo digo porque con facilidad olvidamos todo lo que nuestro Señor Jesucristo nos ha enseñado a través de su palabra y de la Biblia, es allí cuando le damos cabida al enemigo para que debilite nuestra Fe y siembre dudas en nuestras vidas. En la segunda carta de pedro, nos invita como creyentes siempre a estar animados, a mantenernos firmes y fuertes a pesar de cualquier circunstancia. Que seamos fieles, pero que cuidemos nuestra vida personal, que seamos obedientes al Señor. Estar siempre en la búsqueda de la excelencia moral, el conocimiento, la piedad y bondad fraternal. "Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente”. (2 pedro 1:12).
Las aflicciones son el puente que Jehová utiliza para que tengamos una relación profunda con Él. A través de la tristeza nos enseña su amor y fidelidad. En estos momentos en donde la sociedad se siente agobiada por la aparición de enfermedades, virus o pandemias, es en donde nos volvemos más vulnerables, sé que muchos se preguntan: ¿pero porque Dios permite que todo esto pase? o porque permite que enfrentemos el dolor, ¿la decepción y la prueba? Es importante aprender que Dios siempre tiene el control, que estas son herramientas eficaces que utiliza para que lo busques a Él y a la cruz en donde descubres la necesidad de un salvador, nunca se te olvide que siempre hay un propósito con todas estas pruebas, cuando sientas que todo está perdido acuérdate de esta palabra: No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; 36 porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. (Hebreos 10: 35-36).
Es necesario la paciencia para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengas promesas de vida y salvación. Nunca dudes que tienes a un Padre real, capaz de librarte de todo plan del enemigo que quiera acabar con las promesas que Jesús de Nazareth tiene para ti y tu familia. Jehová te consuela en tus tribulaciones para que a su vez puedas consolar a los que están pasando por circunstancias adversas y puedas a través de la palabra, darles un mensaje de esperanza.
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